Necesitaba a una chica que pareciese del montón y quisiese grabar una escena porno. Y es que a la gente le gusta ver a mujeres que no sean profesionales, gozando de sexo ante las cámaras. Me fijé en una mexicana muy guapa que estaba haciendo la compra y le comenté el tema. Al principio no estaba por la labor pero cuando se enteró de lo que iba a pagarle, aceptó y dejó que le follase ese coño peludo tan rico que tiene.