Antes de ser una conocida pornostar, la española Alexa Tomas ejerció de camarera un tiempo y un día, un desconocido se quedó con su preciosa cara. Estuvo a solas con ella en un restaurante y le ofreció dinero por desnudarse, pero le supo a poco. Tras darle aun más pasta, esta morena preciosa se bajó las bragas y al final, echaron un buen polvo en la parte de atrás, donde demostró lo buena que está y lo bien que cabalga un buen rabo.