Tras ir a tomarse un refrigerio, Ana Foxxx coincidió con su compañero de trabajo y después de una breve charla, la mulata le dejó claras las ganas que le tiene desde hace tiempo. Él no se esperaba su reacción pero tras ver como le agarraba de la corbata, no dudó en aprovechar y en irse con ella a donde se lo llevase. Buscaron una habitación donde nadie les molestase y allí mismo, se marcaron un polvete interracial con el que la mulata se corrió como nunca gracias al blanquito cachas y su pollón.