En su viaje de placer, este tipo conoció a una brasileña culona que quiso pasar el tiempo con él, mientras le dejaba inmortalizar su cuerpazo latino con el móvil. A la rubia le gusta lucir palmito y no paraba de posar, sobre todo para mostrar ese pandero tan rico que tiene. Pero como no quiso quedarse ahí, también se lo dejó probar en la cama y en una follada anal que dejo su ojete bien abierto a pollazos.