Tener una piscina en casa era uno de los caprichos de esta brasileña y al fin, convenció a su marido para que se iniciasen las obras. Pero una tarde se vio sola con uno de los albañiles y quiso darle un rato de descanso tras tanto curro. De hecho, se metió dentro para hacerle compañía y aprovechando que estaban a solas, empezó a meterle mano y no tardó en pedirle sexo, hasta llegar incluso a dejarle follarse su culito latino como un animal.