Tras compartir la ducha con su novia gorda, este chico acabó con la polla bien dura y como no, ella no pudo evitar echarle mano. Le pajeó y se la chupó en la bañera, demostrándole las ganas de sexo que llevaba encima. Pero como no estaban muy cómodos en el baño, decidieron pasar al dormitorio y disfrutar de un buen polvo en la cama. Y es que nada como un buen colchón para darle duro a una follada casera, con semejante mujer de curvas infinitas.