A veces para este carcelero, su trabajo es difícil, ya que tiene que vigilar a estas presas y algunas de ellas, están bien buenas. De hecho, una de ellas a través de las rejas empezó a tentarle con sus pechotes, hasta lograr atraerle y ponérsela bien dura. El tipo le comió las tetazas allí mismo y sin abrir la celda, le metió una follada anal bestial, que esta zorra disfrutó tras muchos meses sin sexo ahí encerrada.