Tras quedar con su amigo para estudiar, esta chica gamer quiso aprovechar el momento antes de que llegase para jugar en su ordenador. Estaba totalmente enganchada, hasta que su colega apareció y la vio tan sexy que acabó empalmado. No pudo resistirse y tras sacarse su rabo duro, se lo puso delante de las narices y ella acabó dejando el juego, para zamparse su pedazo de polla y disfrutarla en la cama en un polvazo para el recuerdo.