Nunca antes había experimentado el sexo ante las cámaras, pero esta colombiana quiso probarlo y se dispuso a ello, empezando por pajearse con un vibrador ella sola. Se corrió varias veces, pero ella lo que quería era un buen rabo y pronto lo tuvo a mano, abriéndose de piernas para disfrutarlo como una perra en celo. Fue todo un gustazo, sobre todo al saber que estaba siendo grabada, una experiencia muy morbosa que logró dejar su chochito bien húmedo.