Después de ir a la cancha de baloncesto a tirar unos tiros, mi amiga y yo aun teníamos mucha energía y acabamos quedando con un amigo en nuestro apartamento. Estábamos dispuestas a todo y antes de que llegase, nos besamos y nos metimos mano hasta que llegó el chaval. Le sorprendimos llevando un dildo metido en el culo, ya que deseábamos probar un trío anal brutal juntas. Así que le pusimos en bandeja nuestros traseros y no dudó en penetrarlos, llevándonos al orgasmo varias veces.