Después de mucho tiempo trabajando para esta gorda rubia, parece que sus curvas le han ido gustando cada vez más. De hecho, una tarde se coló en su casa y acabó en el dormitorio con ella, ya que pensó que se sentiría muy sola y le quiso ofrecer un buen rato de sexo. Ella hacía tiempo que no follaba, así que no rechazó la oferta de su empleado y al final, disfrutó de su rabo en la cama y se corrió como nunca.