Esta ama de casa se aburre muchas veces y tras hacer algunas tareas, muchas veces se entretiene cuidando de su jardín. Un día y desde su ventana, su joven vecino se fijó en ella y en sus curvas, ya que la madurita tiene algo de sobre peso, pero a él le encanta. Decidió acercarse a saludar y pronto la señora se dio cuenta de sus intenciones, así que le invitó a pasar a su casa y aprovechó que no estaba su marido para abrirse de piernas para el chaval.