Necesitaba que su empleada Leila Severine acudiese a su casa para realizar un informe express, aunque en realidad la estaba poniendo a prueba. Y es que sospecha que su secretaria latina ha estado filtrando información sobre su empresa a la prensa, así que quiso tantear el terreno. Tras mirarle el móvil descubrió que era cierto y acabó cobrándose su traición metiéndole mano allí mismo. Ella acabó sometida por su jefe y finalmente, se dejó llevar hasta cabalgar su polla sobre el sofá y olvidar el asunto con un polvazo.