Tras pasar la noche en su casa, Diamond Jackson quiso ser una buena anfitriona con el amigo de su hijo y le llevó el desayuno a la cama. Aunque no fue lo único que esta madurita le acabó llevando, ya que una vez a solas, le puso sus tetazas en la cara y le ofreció su coño de ébano para que lo probase. El chaval se quedó de piedra, pero aceptó su ofrecimiento y al final, embistió a la sexy mulata durante un buen rato, para agradecerle tanta hospitalidad.