Tras huir del frío y del invierno europeo, estas rusas están encantadas en este viaje, ya que todos los chicos las miran y están embobados con las dos. Un día, conocieron a dos amigos y tras un poco de palique, terminaron en el piso de ambos. Lo que vino después se veía venir, una follada en grupo los cuatro, donde ambas les enseñaron lo zorras que pueden ser las chicas europeas y lo mucho que saben de sexo.