Puede que una sola de ellas tuviese problemas para tragarse el enorme rabo de este chico, pero seguro que entre tres se hace la tarea más llevadera. Sea como sea, este chaval puede sentirse afortunado ya que pocos pueden decir que han tenido a zorritas como éstas dispuestas a chuparle el pollón como posesas, llegando a experimentar arcadas por tragárselo hasta el fondo de su garganta, quedando sin respiración por momentos.