Tras decirle a su esposa gordita que tenía el día libre, ambos salieron con el coche y se fueron de picnic juntos. Fue una jornada inolvidable y sin duda, acabaron rematándola del mejor modo en la parte de atrás del coche. Y es que a la madura le entró un calentón brutal, que la llevó a abrirse de piernas para su esposo, el cual se desfogó a gusto perforando su chochazo hasta finalmente, rellenar su coño de lefa y dejarlo chorreando.