Esta gorda madura sabe que su vecino es un pervertido y todos los días le mira de un modo lascivo. Se ve que a él le gustan rellenitas y como su marido hace tiempo que no la toca, esta ama de casa caliente decide invitarle a pasar y sin que nadie les vea, echar un buen polvo donde la señora vuelve al fin a disfrutar de una follada en condiciones.