Parece que a Chanel Preston no le gusta demasiado tener que andar siempre con un guardaespaldas a todos lados, pero es que esta preciosidad ha recibido amenazas y no ha tenido más remedio que contratarlo. Un día quiso escabullirse de él, pero un enmascarado casi la secuestra aunque por suerte, el tipo acudió en su ayuda y logró rescatarla. Ella se disculpó y quiso agradecerle todo lo que había hecho por ella, algo que hizo en la cocina y con un polvazo que ambos disfrutaron.