Tras mucho tiempo pensando en practicar sexo anal, parece que al fin Jesse Jane va a probar el rabo de su pareja por detrás. La rubia va directa a la piscina y tras secar al tipo con una toalla, se la chupa allí mismo a pesar de poder ser vista por los vecinos. Tras sacarle brillo a su rabo, los dos se meten en casa y ella no tarda en ponerse a cuatro patas para darle vía libre y disfrutar de su enorme polla mientras le abre el ojete.