Aunque tiene cara de chica inocente con esos braquets, esta morena es en realidad una golfilla que adora lucir sus pechotes y esos tatuajes tan sexys que tiene. Cuando le viene un calentón siempre disfruta de un buen polvo, pero ahora no está de fiesta y no tiene pareja, así que tiene que recurrir a sus propias manos y a un vibrador para masturbar su clítoris. Lo hace con la webcam conectada, ya que mientras se corre, disfruta de comentarios de sus fans en directo.