Hace poco Julia Ann tuvo una conversación con su hija, la cual le confesó un par de cosas. La primera es que no consigue disfrutar del sexo ni satisfacer a los chicos como le gustaría. Y la otra es que se siente muy atraída por uno de sus vecinos, así que la madura quiso hacer algo al respecto. Invitó al chico a casa para que hiciese unas chapucillas y decidió seducirle, enseñándole a la jovencita lo que tiene que hacer para poner cachondo a un hombre. Se fijó atentamente a la lección, hasta acabar en la cama desnuda y compartiendo con su madre la polla de ese chaval, que tuvo que emplearse a fondo con las dos.