Mientras trabajaba en su oficina, Kate England recibió una llamada de su jefe y acudió a su pedazo de casa para llevarle un informe muy importante. Tras cumplir con el mandado, la rubia vio como el tipo flirteaba con ella y le decía lo guapa que estaba sin las gafas puestas. Poco a poco el ambiente fue subiendo de tono, hasta que la chica no pudo más y decidió quitarse la ropa. No tardó demasiado en comerse su enorme polla, llegando incluso a darle vía libre para follarle el culo y dejárselo bien abierto.