Después de aprovechar la piscina y el día soleado que hacía, Keisha Grey vio como su chico la miraba mientras le llevaba una toalla para que se sacase. Ella quiso agradecerle tanta atención y como no, lo hizo a su manera. Y es que esta golfa no puede controlarse y al aire libre, le comió la polla a conciencia para luego pasar a un lugar más cómodo y rematar la faena. Y como no, solo podía hacerlo con una buena enculada, algo en lo que la buena de Keisha es toda una experta.