Gracias a esta secretaria, este chico tiene trabajo y ahora, ella se ha convertido en su jefa. Tiene que contentarla en todo lo que le pida y el otro día, le pidió que fuese a su casa. El becario pensaba que sería por algún asunto de trabajo pero, al entrar, acabó en el dormitorio y se la encontró abierta de piernas, preparada para disfrutar de un buen polvo que debía satisfacerla y mucho si quería conservar el puesto.