Es difícil no fijarse en unas nalgas tan ricas y perfectas como las que tiene esta guapa mulata, la cual encima las mostraba junto a la piscina con ese traje de baño tan minúsculo. Cuando el chico la vio, se quedó de piedra y su polla también, algo que la negrita tuvo en cuenta y que les llevó al apartamento en seguida, donde desfogaron a gusto con un polvete interracial donde la golfilla meneo su trasero como nunca.