Tras enseñarle su pedazo de casa a su nuevo ligue, la zorra de Lisa Ann le quiso mostrar algo más. Y es que entre los dos surgió tal calentón que no pudieron evitar meterse mano en el salón. Lo que no sabía esta milf, es que su joven hija los había pillado y al verlos tan cachondos, empezó a tocarse el coño. La cuarentona se dio cuenta y no la quiso dejar sin las ganas, así que la invitó a participar con ellos en la cama, en un trío donde ambas pudieron turnarse para correrse con ese pollón.