Parece que con el alcohol y la música no tuvieron suficiente, así que decidieron mirar en internet y contrataron a unos strippers para que las deleitasen con sus músculos y sus bailes sensuales. Lo que pasa es que más de una terminó borracha y desinhibida, dispuesta a todo con el primero que pillase. Así que cuando tuvieron delante a uno de los musculitos, no dudaron en comerse su rabo untado en nata y en saborearlo toda la noche.