Tras volver del trabajo, esta madrastra pilló al hijo de su marido jugando a la consola y quiso charlar un poco con él, ya que aun no se conocen bien. El problema es que no le estaba haciendo demasiado caso, ya que llevaba un vicio encima importante. Por eso, la madurita decidió hacer algo para llamar la atención del jovencito y empezó a meterle mano. No se lo esperaba para nada, pero le siguió la corriente a esa zorra y al final, acabó por romperle el culo a pollazos en el sofá.