Por suerte para este tipo, tiene como esposa a una madurita muy sexy que siempre tiene ganas de sexo. El único problema es que muchas veces le distrae y llega tarde a trabajar, pero vale la pena por pasar un buen rato con semejante diosa. Y es que la milf hoy le ha esperado en la mesa con su lencería más sexy, luciendo palmito y poniéndolo cachondo para echarle un buen polvo ante de despedirse e irse a currar.