Después de tirarnos la caña muchas veces, al fin mi amigo de la universidad y yo dimos el paso y acabamos en la cama. Llevaba tiempo detrás de él y en cuanto pude, me puse a cuatro patas para gozar de sexo y de su polla dura. Pero para amenizar el polvete, usamos una cámara y terminamos protagonizando una escena casera brutal, donde disfruté delante del objetivo. Por momentos me olvidé de que estaba siendo filmada y solo me concentré en gozar de la follada que me estaba metiendo, hasta dejar una escena brutal juntos.