Este tipo ha encontrado un buen negocio en el mundo de la fotografía erótica, aunque no es que trabaje con auténticos pibones. En particular, hace fotos a chicas gordas, como a esta rubia rellenita tan guapa. Tras la sesión, el tipo se pasó un buen rato piropeándola y al final, ambos terminaron tan cachondos en el sofá, que el polvo entre los dos se hizo inevitable.