Ya que hacía algo de sol, quise aprovechar para ponerme el bikini y ponerme algo morena. Para evitar quemarme, le pedí a mi sirviente que pusiese crema por todo mi cuerpo y lo que conseguí, fue ponerle muy cachondo. Lo mejor vino cuando le enseñé el dildo que tenía metido en el culo, el cual me quitó hasta ver mi ojete bien abierto. No pudo resistirse y al final, le dejé darme por detrás y me lo pasé en grande con la enculada que me metió.