Llevo tiempo sintiéndome un tanto insatisfecha con mi marido, ya que le da prioridad a su trabajo que a nuestra relación. Encima un día me presentó a uno de sus amigos y me quedé prendada con lo guapo que es. Conseguí su número y un día en el que estaba sola en casa, le invité para ponerle los cuernos a mi esposo y pasar una noche de sexo salvaje. No puso demasiada resistencia y al final, me puse las botas con ese semental y volví a sentirme deseada por un hombre.