Aunque no me gusta demasiado, he tenido que aceptar recibir clases de música en mi tiempo libre. El problema es que tengo unos padres ricachones y quieren que aprenda de todo, así que me han puesto un profesor para que me de lecciones. Pero yo al verlo, en lo único que pienso es en aprender a follar con un rabo negro, así que en una de las clases, le seduje para ponerle a tondo y poder gozar de su pollón, que al final pude disfrutar en mi coño hasta el fondo.