Sabía lo que se le venía encima y para hacerse la juguetona, la italiana Rebecca Volpetti quiso esconderse y darle una sorpresa a su follamigo. El chico se la encontró metida en un armario, con una sonrisa y deseando pasar a la acción enseguida. Tras notar sus manos encima, pudo contemplar su empalme y el pedazo de rabo que tiene entre las piernas, con el que terminó gimiendo como una perra en celo con la brutal follada que se marcaron en la cocina.