Hace poco este chico se hizo con un pinball, el cual quedaba perfecto en su sala de juegos. Su joven novio se ha convertido en toda una adicta a la maquinita y él, cuando la vio jugando, no pudo evitar acercarse y restregarse contra su culo. Estaba claro que quería follársela, así que la chica hizo lo posible para no perder la partida y de paso, disfrutar de su rabo dentro de su chochito, hasta dejarle rellenárselo con una bestial corrida y batir el récord del juego.