En una charla juntas, Riley Reid escuchó confesar a su amiga Alina Li que jamás había estado con un chico mulato. La chinita tenía curiosidad por probar un buen rabo de color, así que la buena de Riley decidió organizarlo todo para cumplir su fantasía. La invitó a su casa y le presentó a un follamigo negro muy cachas y de polla enorme. La asiática estaba encantada y pronto se abrió de piernas para que con su pollón, perforase ese chochito oriental hasta el fondo.