Después de una noche de fiesta con sus amigas, esta rubia necesitaba volver a casa, pero estaba lejos y no andaba con mucho dinero para un taxi. Así que hizo un poco de autostop y tuvo la suerte de que un desconocido se ofreció a llevarla. Ella estaba muy agradecida, tanto que empezó a meterle mano mientras conducía. Estaba claro lo que quería la muy zorra y tras hacer un alto en el camino,se fueron a la parte de atrás para echar un buen polvo juntos.