Lo que iba a ser un simple paseo por el bosque con el quad, mi novia brasileña lo convirtió en uno de los momentos más morbosos de nuestra vida. Y es que tras un rato de paseo, hicimos un pequeño alto y de repente me la encontré desnuda y exhibiendo su culazo sobre el vehículo. Logró ponerme muy cachondo y como no, no pude resistirme a follármela a lo bestia sobre el asiento, empotrando su trasero sin parar.