Parece que esta pareja no pudo aguantar más el calentón y decidieron parar el coche para pasarse al asiento trasero. El polvete estaba asegurado y para añadir un poco más de morbo, colocaron una cámara en el salpicadero con la que se grabaron en plena acción. Se emplearon a fondo y disfrutaron de esa follada bestial, mientras el coche se movía en todas direcciones y olvidándose de que pudiesen ser pillados en cualquier momento.