Estaba leyendo una revista, pero andaba algo aburrida y cuando llegó su chico por el salón, pasó a modo juguetona. Se le colgó del cuello y no le dejó escapar, hasta que lo tuvo de frente y quiso echar mano de su rabo. El chaval no dudó en aprovechar el calentón de su novia y disfrutó de sus mamadas, para luego metérsela a fondo junto al sofá y llevarla al orgasmo, en un polvete casero que acabó con su carita cubierta de lefa.