Tenía mucho papeleo en su mesa, pero Casey Calvert esperaba que uno de sus compañeros de oficina le echase una mano. Lo que pasa es que al ir a verlo a su despacho, se lo encontró dormido y sin ganas de trabajar. Necesitaba motivarle de algún modo y al final, lo hizo abriéndose de piernas para él sobre la mesa. Cuando vio ese rico chochito delante suyo, en seguida espabiló y terminaron echando un polvazo bestial en medio del trabajo.