Le daba un poco de vergüenza no haberle comprado nada a su chica, pero es que anda algo mal de dinero y no tenía con que hacerlo. Pero a ella le daba igual, ya que solo quería pasar el día con él y al final, encontró el modo en el que satisfacerla. Lo que hizo fue regalarle una buena sesión de sexo anal, en donde perforó su culo a fondo, mientras ella se corría de gusto con esa polla dentro de su ojete que no paraba de perforarla una y otra vez.