Como los alquileres están caros, estas dos amigas decidieron compartir piso y gastos. Pero una de ellas una tarde, no pudo resistirse y cuando vio a su amiga duchándose, le sacó fotos desnuda y se quedó de piedra viendo lo buenorra que estaba. El caso es que una tarde, la compañera se confundió de móvil y descubrió que la había estado espiando y al ver las fotos, le enseñó su cuerpazo allí mismo, hasta tentarla para practicar sexo lésbico juntas en el dormitorio.