Después de unas horas de trabajo muy estresantes, al fin Sofi Ryan pudo llegar a casa y descansar tranquilamente. Aunque en pocos minutos iba a volver a estar muy activa, ya que la tetona sufrió un calentón importante y no pudo evitar tocarse con sus deditos. Incluso recibió una llamada de teléfono que no dudó en coger, mientras seguía dale que te pego con su coño. No pudo parar en toda la tarde, sobando sus melones y estimulando su clítoris hasta acabar mojadita y más que satisfecha con tanto orgasmo.