Los maridos de estas pijas tetonas son unos ricachones y ellas, pues se pasan el día de compras y sin hacer nada. El otro día decidieron ir a la mansión de una de ellas, para relajarse en la piscina, pero la cosa se desmadró. Y es que al poco rato, se quitaron los bikinis y se manosearon como unas zorras, terminando por enrollarse. Pero como no querían ser vistas, pasaron a la casa y siguieron con el trío lésbico en un lugar más íntimo.