Cada fin de semana pasa lo mismo, las chicas acuden a la discoteca para disfrutar y soltarse la melena, hasta terminar haciendo cosas de las que algunas se arrepienten al día siguiente. Y es que cuando el alcohol empezó a hacer efecto en estas golfillas, no tardaron en flirtear con los cachas del local, hasta el punto de bajarse las bragas y abrirse de piernas para ellos en medio de la pista de baile, convirtiendo una noche de fiesta en una orgía descomunal.