Tengo la suerte de tener una delantera que siempre llama la atención, algo que pude notar cuando bajé a la playa a tomar el sol. Varios chicos empezaron a mirarme y como ninguno se acercaba, decidí dar el paso y ligar con ellos. Les invité a venirse conmigo a mi apartamento y al final, me comí sus pollas y no pude evitar pedirles un buen bukkake en toda mi cara.